miércoles, 11 de junio de 2008

Ocejo de la Peña


El invierno aquí es peor que una noche contigo; pero me gusta. Llegué por última vez una tarde de mayo. Nevaba ligeramente y no había ni un alma. Después de una serenata de ladridos apareció un hombre calzando madreñas y embutido en un mono azul. Hacía veinte años que no pisaba sus calles, ahora cubiertas de hormigón. El mastín que dormitaba en el portal de la iglesia abrió un ojo y no se dignó levantarse; siguió con lo suyo, me debió ver insignificante para su presencia. Puede ser un buen lugar para Braulio y su familia. El problema es que las montañas que rodean el pueblo son tan altas, o el pueblo está tan embutido en ellas, que las horas de luz son escasas. Peor aún, el tránsito de la claridad a la oscuridad es demasiado rápido.
En los tiempos que corren lo peor que te puede suceder es tener una película con un presupuesto de cuatro millones de euros. O es de dos o de diez, pero cualquier cifra intermedia es un suicidio. Veremos qué puedo hacer.

martes, 19 de febrero de 2008

Para Wendy

Comenzaré a escribir por ti. No me gusta trabajar, sólo fisgar. Lo que más me puede entretener es no hacer nada. Hay quien no lo entiende; hay quien sí. Espero que lo entiendas. Pero alguna vez surge la llama y soy como el grisú: exploto. Te voy a buscar y te traeré a mi madriguera. ¡Un lobo con madriguera! Eso es imposible. Bueno, a veces ocurre. Ocurre que el invierno es muy largo y el cansancio se apodera. Pero parece que este año no está habiendo invierno, de modo que saldré de la "madriguera".Vuelvo a la actividad. Va por vosotros.

lunes, 18 de junio de 2007

Time

Tiempo... Tanto tiempo
Horas... Tantas horas...
Aquí estoy, ¿de nuevo?
No sé. No lo sé. Pero estoy. Dispuesto ha hacer la revolución.
La revolución, ¿qué revolución?
Siempre hay una revolución.
Me gustaría escribir cada día; pero no puedo. Es imposible que un tipo como yo escriba cada día.
Besos.

lunes, 23 de abril de 2007

La serie

Ya he comentado varias veces lo de mi vagancia. Lo que no he dicho es que no puedo estar parado. Eso me ha llevado a tener sobre la mesa tres guiones de cine. Uno está rematado y no admite más versiones. Cualquier retoque implica una nueva película y no es el caso. Se trata de una comedia fantástica cuyo presupuesto -ya ha sido presupuestado y hecho plan de rodaje- está en 5,4 millones de €. La cosa pinta jodida y además -esto no lo sabe nadie- he decidido que no quiero dirigirla. Cuando se enteren mis socios, o me matan o me montan una fiesta.
El segundo es un thriller, basado en una novela de la que obtuve los derechos hace años. Cuando tenga al actor que quiero conseguiré montar la película, mientras tanto, a esperar, que es lo que hacemos los que nos dedicamos a este jodido negocio.
El tercero es un drama, lo ha escrito un amigo y yo le estoy dando forma. Pensé que me iba a costar menos tiempo, pero los cambios se me resisten y, aunque los tengo claros y desarrollados, me cuesta encajarlos en la estructura actual. Tendré que coger el hacha y ser inmisericorde; sólo entonces se consigue avanzar. Será mi próxima película. Tendré que reunir 3 millones de euros y parece que lo conseguiré. Es mucha tela, pero tengo mucha labia.
Y como soy muy vago, estoy a punto de dar por finalizado el guión del capítulo piloto de un proyecto de serie para televisión. La biblia ya está escrita. Esto lo hago con un amigo, colaborador, socio, más vago que yo. No creo que ninguna cadena tenga los cojones para hacerla, pero al menos estoy seguro de que les vamos a llenar de incertidumbre a todos los que lo lean. Dentro de dos meses informaré sobre la serie. La propuesta es interesante y sé de lo que hablo. Pero como conozco el paño, dudo del traje. Eso sí, si conseguimos montarla, no os vamos a defraudar, quedaréis enganchados.
Mañana me reuno con mi asesor fiscal. Dejo las montañas por un día y me enclaustro en un despacho de Madrid. Tengo que planificar el asalto al poder. Los tiburones me esperan con los dientes afilados. Están dispuestos a soltar pasta, pero sólo entienden el lenguaje de la sangre.

viernes, 20 de abril de 2007

Mañana

Siempre me gustó esa palabra: mañana. Será porque siempre dejo para mañana lo que he podido hacer hoy. Porque, vamos a ver, si lo hago hoy, ¿qué cojones hago mañana? Pues eso...
Ayer tuve una charla con Pig. Le dejé las cosas claras. Si todo va muy bien podré comenzar el rodaje a finales de octubre. Si va bien comenzaremos en febrero del 2008. Si va mal lo dejaremos para Julio del 2008. Si va muy mal... Si va muy mal todo se habrá ido a tomar por culo. Pero ésto no pasará.
He estado pensando en publicar el guión aquí, en este blog, pero no sé cómo hacerlo ni si debo hacerlo. Estaría bien hacerlo por entregas, hoy diez páginas, si tiene interés, diez páginas más, y así hasta las ciento diez que tiene ahora. Tendré que pensarlo. No sé si alguien lo ha hecho, pero siempre hay alguien que lo hace por primera vez. El que lea esto que dé su opinión... Aunque ya me la sé.
Voy a tratar de escribir todos los días, aunque sólo sea una frase, una palabra, una letra.

jueves, 29 de marzo de 2007

A la recherche de la pasta

Hoy he comido con alguien que me va a poner en contacto con un grupo de personas al cual tengo que convencer de que invertir en cine es lo mejor que les puede ocurrir en su vida (voy a abstenerme de decirles que también en sus finanzas no sea que me tenga que comer las palabras y sin vino).
Si tenemos en cuenta que esta gente está acostumbrada a ganar pasta a espuertas y el cine es lo que es y tiene la imagen que tiene, el lector se podrá dar cuenta de que me estoy echando a las fieras sin red ni una puta espada que llevarme a la mano. Quizá mejor así, si me ven armado las hostias pueden ser mayores.
Pero aquí estoy, sin un puto duro y pretendiendo hacer una película que estará en los tres millones de euros. ¡Con dos cojones!
Mañana me voy a ver unas localizaciones. Si sé hacerlo, colgaré alguna foto.
Pido disculpas a Alex por esta copia infame, pero he descubierto que es una forma sencilla de hacer una especie de diario para después acordarme de algo, yo, que no conservo nada de lo que he hecho, que me suda las pelotas todo lo que tiene más de un día de antigüedad. Pero ya ha dejado de sudarme. Está claro, ¿no? Pues eso.

martes, 27 de marzo de 2007

De nuevo aquí

El pasado día 13, martes, decidí cambiar de película. Estaba empeñado en hacer una para la que no podía tener al actor ideal y eso me llevaba a no disponer del presupuesto adecuado. Uno debe saber que el hormigón es más duro que la propia cabeza, por muy tauro que uno sea, y dejar de darse cabezazos contra el vil compuesto es una manera de vencer en la batalla.
Ese mismo día decidí dar los primeros pasos para comenzar el proceso que llevará "El color de las hayas" a las salas de cine. Me reuní con mis más directos colaboradores y les pregunté qué les parecía tomar el nuevo barco. No han leído el guión, saben que es una película que hay que rodar en varias etapas -tres-, en condiciones duras y en un ambiente rural bastante agresivo.
Hace muchos años que no entro en producción. Con "El color de las hayas" vuelvo al campo de batalla. La produciré y la dirigiré. El barco ha zarpado y la corriente no nos permite regresar.